La sostenibilidad es una enorme oportunidad empresarial si la vemos como un camino de crecimiento que nos permita tener a empleados más motivados, comunicación de mayor impacto y / o productos de mayor valor añadido. ¿Tenemos claro cómo incorporar la sostenibilidad de forma estratégica en la empresa?

 

El movimiento hacia la sostenibilidad es una gran oportunidad empresarial que va más allá de la ecología. Se trata de cambiar la forma en que pensamos la empresa, repensar cada relación desde el beneficio mutuo para que sea sostenible y la empresa pueda obtener un crecimiento superior… ¡que se sostiene en el tiempo!

Son tiempos de cambio en los que se produce una escisión de los consumidores, entre los que demandan cada vez un precio menor (clientes menos comprometidos y que dejan un menor margen) y los que demandan más autenticidad y productos de mayor calidad, valorando mucho el impacto que genera el producto. En este caso se trata de clientes que están dispuestos a pagar más por productos sostenibles pero que esperan mucho más que una “estética ecológica”, esperan que sea real, creíble, que se pueda confiar en el producto y en la marca en su conjunto.

El camino de la sostenibilidad es el del valor añadido

No se trata sólo de un producto o una forma de producir, se trata de la evolución de una marca. Una marca vista como firma que nos transmite unos valores con los que todos los agentes en relación con la empresa se sienten identificados (confianza, calidad, credibilidad, ecología, impacto social, etc.).

Una marca que inspira, genera atracción, despierta comunicación viral, genera confianza en los empleados, consigue su vinculación y motivación.

 

Valores que unen personas

Los clientes, empleados, directivos, accionistas, periodistas… todos los agentes implicados somos personas y aquello que nos impulsa y emociona son los valores. Aquello que hace que nos sintamos identificados y reconocidos es una forma de comunicar que debe estar basada en una forma de trabajar y comportarnos para poder ser consistente. Unos valores estables que permitan generar confianza a largo plazo es lo que dará paso a unos resultados empresariales sostenibles y crecientes en el tiempo.

Para ello necesitamos clarificar y planificar la estrategia de desarrollo humano en la empresa integrándolo en una cultura de empresa auténtica y coherente en relación a sus valores y así la comunicación hacia fuera sea en consecuencia mucho más orgánica.

Estrategia empresarial humana

Existen múltiples factores humanos que son claves en el desarrollo empresarial:

  • Un propósito empresarial bien definido e implementado.
  • Valores o cualidades que nos definen y por las que somos apreciados.
  • Liderazgo para motivar y empoderar a los empleados para que ellos lo transmitan a los clientes.
  • Creatividad e innovación para generar nuevos mercados y productos.
  • Efectividad comercial y transmisión del potencial de marca.
  • Sostenibilidad ecológica para sentir que lo que estamos haciendo no daña al planeta.
  • Desarrollo de las capacidades de los empleados.

Sin embargo, ¿Qué es necesario potenciar en mi empresa para conseguir esos resultados empresariales, ese impacto de marca que los clientes perciban?

Desde Human Leadership hemos integrado múltiples estudios científicos en el Test Empresarial de Desarrollo Humano para identificar aquellos factores que son claves para el crecimiento empresarial hacia la sostenibilidad y el valor diferencial. Ordenar los factores y situar cada empresa en un nivel de desarrollo humano permite entender el proceso que está viviendo la empresa, las perspectivas de crecimiento y los puntos claves que necesita afrontar para dar un salto de calidad en su desarrollo empresarial.

Las empresas pueden realizar el Test Empresarial de Desarrollo Humano, contando con  información concreta sobre  su estado de desarrollo humano,  generando una estrategia de crecimiento que contemple las ventas, nuevos productos, mercados y estrategias de marketing incorporando aquellos puntos humanos estratégicos para la empresa: estrategia humana.

Para la empresa, se trata de un salto que ayuda a que cada día los empleados estén más implicados, los clientes más contentos y permita así crear una espiral exponencial hacia la vinculación de todos los agentes en la empresa y obtener un crecimiento empresarial sostenible en el tiempo.