La actual situación de pandemia global nos obliga a darle una vuelta de tuerca más al proceso de evaluación y puesta en marcha de proyectos de conservación medioambiental, para cumplir así con los acuerdos en materia de clima y sostenibilidad firmados en el Acuerdo de Paris. En el sector del turismo se debe apostar por la valoración e inclusión del capital natural y los servicios ecosistémicos en la toma de decisiones y la alineación con los objetivos de desarrollo sostenible planteados por las Naciones Unidas. De tal manera que, en este proceso, es imprescindible el trabajo multidisciplinar entre los planos ecológico-científico, socioeconómico y cultural.
Las graves consecuencias del cambio global impulsadas por nuestra huella ambiental como por ejemplo la destrucción de ecosistemas o la pérdida de biodiversidad son un hecho. Debemos reconducir la situación actual para poder cumplir de manera eficaz con las obligaciones en materia de clima y desarrollo sostenible e inclusivo reflejadas en el Acuerdo de Paris y en el Pacto Verde Europeo. Sin embargo esta lucha contrarreloj contra el cambio climático la tienen que llevar a cabo un gran número de actores, no solo las instituciones. Deben estar presentes el sector privado, desde grandes empresas hasta pequeñas y medianas empresas, y el resto de la sociedad.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas son un modelo para alcanzar un desarrollo sostenible para todas las partes y la Buena Huella se basa en ellos para trazar una línea de actuación enfocada en el sector del turismo. En la situación actual de pandemia mundial ha sido uno de los sectores más afectados. Por ello considero que es el momento adecuado para avanzar y desarrollar un gran cambio de la visión del sector turístico en nuestro país; de manera que se incluya la valoración del capital natural, el conocimiento de lo que nos ofrecen los distintos recursos ecosistémicos para una correcta toma de decisiones y la transformación del sector siguiendo las pautas de la economía circular. Ya que su capacidad competitiva está sujeta a los diferentes flujos turísticos y estos a las condiciones medioambientales. El turismo debe nutrirse de los servicios que nos proveen los ecosistemas, pero no solo de aquellos servicios culturales o estéticos; sino que es nuestra responsabilidad promocionar el turismo sostenible apoyando a los comercios locales y pequeños emprendedores para que desarrollen las capacidades esenciales con el fin aprovechar de manera responsable los servicios de aprovisionamiento.
Cualquier proyecto en el que se incluya la variable medioambiental debe tener una visión holística o multidisciplinar; en la que intervengan varios puntos de vista como son el plano o la intervención ecológico-científica en sinergia con los planos socioeconómico y cultural, basados principalmente en la demanda de servicios ecosistémicos. Por ello es completamente necesaria la identificación y valoración de los recursos que nos provee la naturaleza, y es en este punto en el que mi perfil profesional encaja en el ADN y visión de La Buena Huella. En el desarrollo y redacción de proyectos técnico-científicos en materia de conservación medioambiental como documentos ambientales estratégicos, comunicaciones y memorias ambientales o elaboración de documentación para las administraciones. Estoy cualificada con un Grado en Biología y Máster en Técnicas de Conservación de la Biodiversidad y Ecología para el desarrollo de actividades profesionales medioambientales enfocadas en la mitigación de los efectos del cambio global como Consultora Medioambiental Junior. Y me gustaría enfocar mi carrera profesional a la mitigación de los efectos del cambio global enfatizando en la protección de la biodiversidad.
Cualquier proyecto en el que se incluya la variable medioambiental debe tener una visión holística o multidisciplinar; en la que intervengan varios puntos de vista como son el plano o la intervención ecológico-científica integrado en sinergia con los planos socioeconómico y cultural, basados principalmente en la demanda de servicios ecosistémicos. Por ello es completamente necesaria la identificación y valoración de los recursos que nos provee la naturaleza, y es en este punto en el que mi perfil profesional encaja en el ADN y visión de La Buena Huella.