El viaje mas interesante por el mundo es conociendo personas. En la Fundación Mejor Igual nos interesa también hacerlo a través de la educación: surge un compromiso social profundo con los demás cuando los humanizas, los ves como personas, y tratas, a través de la enseñanza, de darles una oportunidad. No cambiaremos el mundo, pero podemos conseguir cambiar pequeños mundos.
Viajar y la Fundación Mejor Igual siempre han ido de la mano. Porque de un viaje a la India, surgió la necesidad, la mía, de trabajar con personas de otras realidades; y de necesidades, las de Nicaragua, surgió la idea de fundar Mejor Igual; y de Perú, las acciones concretas educativas.
Entre toneladas de basura de La Chureca, en basurero de Managua, Indiana, la mujer que dirigía el proyecto, me dijo: “No mires a los míos como “pobrecillos”. Mi gente es orgullosa”. La humanización, un compromiso social profundo con los otros (Adam Waytz), y educarnos es el arte de hacernos humanos.
En tiempos que todo el mundo sabe de educación, el saber educar cobra mas relevancia. Han sido siglos de aprendizaje. El ser humano aprende muy bien por imitación pero ¿qué nos impulsa a enseñar? Es por la supervivencia de la especie, de la cultura. Pero, en su parte mas profunda, en la relación de maestra y alumnos, es adivinar sus intenciones, sus deseos, sus sueños para acompañarlos en su floración. Porque es una invitación a descubrir qué es lo queremos aprender, es iluminar la motivación para el aprendizaje. Y enseñar es la guía para hacer persona, mujer y hombre. Son las dos caras: aprender y enseñar, que deben unirse en el camino.
¿Qué enseñamos? Se dice educar que es una forma de culturización, que ahora, mas que nunca, con la globalización, lo necesitamos para poder participar de la aldea global. Y vemos que esa aldea tiene los límites cada vez mas difusos, en los que de repente, una parte queda fuera, en las fronteras que solo el saber, el conocimiento o las habilidades cada vez mas cambiantes, pueden ayudar a salvar esa distancia. Los que carecen de educación y de posibilidad de educar a sus niños lo saben ¡con qué entusiasmo acogen el aprendizaje! ¿Será por eso por lo que en Nicaragua, Perú,…, valoran tanto a sus profesores?
Educar es jugar con las preguntas. En todos los años que he sido profesora les pedía a mis alumnos que, por favor, no dejasen de hacerse preguntas, con ese brillo especial que la necesidad de saber deja en los ojos. Necesitamos seguir aprendiendo, aprendizaje para la vida, para las adversidades, para el crecimiento personal. Educar no es contestar preguntas sino contribuir a que la persona se formule la pregunta adecuada.
Y, por último, educar es un proceso dinámico, de acción ¿Cómo lo hacemos? A través del juego, de la sorpresa, de la innovación educativa. En los Planes contra la Violencia de Género, en los trabajos por la Igualdad, en talleres de resiliencia, de motivación a la lectura, de escuela de padres y madres, de abuelas… en todo lo que hace la Fundación Mejor Igual trata de conseguir que, lo que nos hace humanos, la empatía hacia a los demás, el compromiso, la confianza, nos lleve a una sociedad mas justa y mas equitativa. Y lo hacemos de la forma que sabemos: a través de la educación.
Daniel Kahneman define la educación “Como ventanas abiertas al alma”. Es verdad: cuando se produce el aprendizaje, ves la inmensidad de la persona y todas sus posibilidades.