El quinto y último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático concluyó que el cambio climático y su manifestación más visible, el calentamiento global, ya incuestionable, es fundamentalmente antrópico, y está causado, esencialmente, por las emisiones de gases de efecto invernadero.
Asimismo, ha quedado claro que afrontar el calentamiento global es un reto que exige una transformación profunda de los actuales modelos energéticos y productivos y un compromiso en todos los niveles. También, que no es exclusivamente un problema ambiental. La biodiversidad y los recursos naturales, pero a su vez, el modelo económico, la movilidad, el comercio, la soberanía alimentaria, el acceso al agua, las infraestructuras y la salud, entre otros, se ven afectados transversalmente por la misma temática.
No caben dudas que el cambio climático es un problema global con impactos locales y, por lo tanto, la existencia de una responsabilidad compartida (aunque diferenciada) hace que, además de trabajar a escala nacional, sea necesario también trabajar a escala local, desde cada empresa u Organización, ya sea pública o privada.
En este camino, el cambio climático está mostrando además, que tanto los factores Ambientales, Sociales y de Buen Gobierno Corporativo (ASG) como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 entre los que el número 13 propone expresamente “Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos”, se han convertido en una necesidad para agregar valor a mediano y largo plazo y aquellas empresas que no se involucren con estos esquemas intrínsecamente relacionados, corren el riesgo de perder mucho en los actuales y futuros mercados.
Debido a esto, y cada día con mayor énfasis, el sector empresarial está incluyendo entre sus lineamientos de Responsabilidad Social Corporativa, la elaboración de un diagnóstico del impacto sobre el clima de sus actividades, a través del cálculo y análisis de su huella de carbono, que le permita poder luego planificar acciones a desarrollar en materia de mitigación y/o compensación de los gases de efecto invernadero.
Por todo ello, hoy más que nunca, desde La Buena Huella y bajo la premisa de “Transformar la Responsabilidad Social Corporativa en Responsabilidad Social Competitiva” buscamos brindar más y mejores herramientas para capacitar, empoderar y acompañar a aquellos actores decididos a afrontar los actuales desafíos convirtiéndolos en oportunidades para ser rentables e impactar positivamente en la sociedad.